Como es nuestra costumbre, en esta página nos hacemos eco y le damos difusión a las versiones más increíbles y las informaciones menos veraces. Así es que te contamos, lector, que empiezan a correr rumores sobre una nueva reunión de la Kléber Chalá Band. Sin embargo, tras correr 200 metros, toda una vida de excesos les pasa factura y se ven obligados a detenerse (merece un "cuac").
Otros rumores más jóvenes no se dejan vencer tan fácilmente y auguran, junto con las reuniones de Almendra, Soda Stereo, Los Redondos (sin Skay), Seru Giran, Hermética, Sumo, Los Beatles (sin Paul McCartney) y The Police, el prometido y promisorio reencuentro de la gloriosa banda de Boedo (barrio de tango, cultura y San Lorenzo).
Aun cuando todavía la reunión no está ni por lejos confirmada, ya hay multitudes de fans que hacen interminables colas en todos los lugares en los que sospechan que se pueden llegar a vender las entradas para presenciar tan esperada reaparición. Ante la magnitud del evento, la mayoría de los fans intuyen que el recital se realizará en el estadio de River Plate, y así fue que, el pasado lunes, el Monumental de Núñez se vio desbordado por más de 15.000 fieles, impacientes y violentos chalases (como ellos mismos se hacen llamar), desesperados por asegurarse un lugar en este acontecimiento histórico.
Algunas versiones sostienen que un porcentaje de los 15.000 inadaptados buscaban, en realidad, sacar entradas para el partido entre Argentina y Brasil. Sin embargo, el desolador paisaje del estadio casi vacío que se vio el miércoles a la noche, demuestra que, si había gente buscando entradas para el partido, no eran más de 200 ó 300 nerds.
Los miembros de la banda no han formulado declaraciones. De hecho han estado escabuyéndose con corridas, disfraces, pelucas, anteojos oscuros, vidrios polarizados y órdenes judiciales de restricción, de la prensa que los ha hostigado incansablemente durante las últimas semanas. Aunque fuentes cercanas a la banda no descartaron la esperada reunión, se sabe que todos ellos se encuentran enfrascados actualmente en otras actividades y otros proyectos. Se comenta que algunos de los integrantes estuvieron involucrados en rotundos fracasos empresariales en el área de medios (uno de ellos, víctima de una crisis económica y psíquica, se habría comido las cuerdas de su instrumento en un guiso de pajarito). Tamaño fracaso los habría hecho recapacitar sobre su verdadera vocación y los haría volver a aquéllo para lo que son verdaderos genios sobrehumanos. O también es posible que vuelvan a la música.
Otro (el tecladista), tras una temporada de reclusión y contacto extraplanetario en el Cerro Uritorco para recuperarse de cierta adicción a la ingesta de perfumes franceses, volvió a la gran ciudad para incursionar en el comercio minorista de autopartes en la calle Warnes, actividad que le reportó otra temporada de reclusión, esta vez en el Penal de Olmos. Pagada su deuda con la sociedad, tras una experienca que le sumó nuevos tatuajes y enfermedades infecciosas, está de vuelta para maravillarnos con sus dedos de oro sobre el teclado.
Finalmente, se comenta que el tan mentado nuevo bajista de la banda no habría existido nunca, puesto que nadie parece recordar su cara y no hay registros sonoros de su performance. Hay quienes cuentan que un joven de Villa Pueyrredón fatiga las calles del barrio en las noches de luna llena, asegurando ser el misterioso músico, lo que le ha valido numerosas y justicieras golpizas de parte de los fieles, impacientes y violentos fans de la banda.
En conclusión, chalases, a no desesperar, que la Kléber todavía puede volver. No se sabe cómo, ni cuándo... ni por qué, pero puede volver.