Hay cambios, novedades, en definitiva: crecimiento, en la Kléber Chalá Band. Contrariamente a la corriente expansiva que parecía llevar, la banda ha comenzado a reducirse. Recordarán ustedes, por ejemplo, el irresponsable anuncio con bombos y platillos de la pronta incorporación de un percusionista ("el primer percusionista manco de la Argentina", decíamos entonces). De más está decir que ello nunca ocurrió. Pero esto no es todo: además, el pseudo cantante (conocido en el ambiente como F.T. o "Garganta de Zinc"), ha incurrido en una de estas tres acciones: 1) abandonó la banda; 1) resultó objeto de explusión de la banda ó 1) ha sido suspendido en sus funciones por tiempo indeterminado. Todavía Kléber Chalá no acaba de decidirse a este respecto. Tampoco hace falta aclarar lo lejana que está la incorporación de un bajista, pero en este caso se debe a que ninguno de los miles de candidatos probados ha cumplido con lo que los demás miembros de la banda y el público esperan de un músico de la Kléber Chalá Band. La banda asegura haber probado a más de 7.000 candidatos al puesto, aunque otras fuentes señalan que no serían más de 1. Por otro lado, es necesario recalcar el gesto enaltecedor que tuvo el baterista estrella, al negarse rotundamente a ocupar el lugar dejado vacante por Jorge Araujo, en la batería de Divididos, a pesar de los continuos llamados telefónicos, mensajes de correo electrónico y cartas de amor en papel rosa perfumado que constantemente le hicieron llegar tanto Ricardo Mollo como Jorge Formento, pero este último por razones personales.
En otro orden de cosas, en la noche de ayer, martes 11 de mayo, tuvo lugar un nuevo ensayo en la -insistimos- ya clásica salita de Boedo (barrio de tango, cultura y San Lorenzo). A esta altura parece que ya está claro que, con cada nuevo ensayo, la banda marca un hito en la historia de la música, pero con lo de ayer se fueron al carajo. La justeza, la valentía, el ímpetu y el talento en la interpretación de los temas que ya son clásicos de la banda, sumado todo ello a la incorporación de un cover de la banda española Ska-P (la Kléber Chalá colabora en la difusión de sus colegas menos afortunados), le dieron a la noche un tinte heroico. La nota de color estuvo dada por la presencia en la sala de un infante de unos 2 años que, extrañamente, se refería a nuestro tecladista como "papá". La rápida y efectiva acción de los 4 agentes de seguridad de la banda, que, mediante golpes de puño, lograron reducir al inadaptado, impidió que el asunto pasara a mayores.
En cualquier momento volveremos con más novedades. Hasta entonces.
miércoles, mayo 12, 2004
martes, mayo 04, 2004
Otro éxito
Che, lectores, ¿se dieron cuenta de que ya pasamos largamente las 100 visitas? Y en menos de un mes, eh. Somos el segundo sitio más visitado de la Argentina, detrás de la página de la secta Moon.
Gracias a todos los que hicieron posible este sueño.
(Aplausos).
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